1. ¿Cómo son?
Carillas dentales
Las carillas suelen estar hechas de porcelana o resina compuesta y toman la forma de una capa de material delgada pero resistente que se fija en la parte frontal del diente. Tienen una forma meticulosa y un color perfecto para combinar con el resto de tu sonrisa. Un juego de carillas bueno y bien cuidado debería durar una media de diez años y puede repararse o sustituirse fácilmente.
Implantes dentales
De manera similar, la “corona” y el “pilar” (o conector) del implante suelen estar hechos de un tipo de cerámica, como la porcelana, pero la base suele ser de titanio para garantizar que sea excepcionalmente fuerte. Los implantes reemplazan todo el diente y también se les puede dar forma y color para que se integren perfectamente. Un implante dental dura una media de diez a quince años y también puede repararse o cambiarse si es necesario.
2. ¿Qué pueden solucionar?
Carillas dentales
Las carillas son una opción odontológica muy popular que se puede utilizar para corregir una serie de problemas. Los dientes permanentemente descoloridos se pueden disimular mediante la aplicación de carillas de un tono más saludable, los dientes torcidos, separados, asimétricos, rotos o desiguales se pueden enderezar y remodelar y los problemas con la alimentación, el habla y la mordida (cómo encajan los dientes y las mandíbulas) pueden solucionarse.
Implantes dentales
Los implantes se utilizan en lugar de un diente completo, lo que los diferencia bastante de las carillas. Si un diente se ha perdido debido a una enfermedad periodontal o de las encías o por algún tipo de accidente o impacto, se puede reemplazar fácilmente con un implante. Lo mismo se aplica a los dientes muy rotos, agrietados o desgastados. Puede optar por reparaciones si es posible, pero un implante puede proporcionar una solución más duradera con mayor tranquilidad debido a su resistencia.
Si la placa dental no se elimina, esta se convertirá en sarro, lo que dificultará su posterior eliminación.
3. ¿Cómo los consigo?
Carillas dentales
La aplicación de carillas generalmente requiere una reunión de consulta con tu dentista y luego dos citas dentales separadas, generalmente con quince días de diferencia o menos, y ninguna de las sesiones dura más de una hora. Después de discutir sus necesidades con un especialista en su consulta, la primera sesión consistirá en tomar un molde de sus dientes para ayudar a determinar la forma de las carillas. Después de esto, se puede quitar una pequeña cantidad de esmalte de los dientes que recibirán las carillas, para permitir que encajen y que la sonrisa parezca nivelada y uniforme. Es posible que le den carillas protectoras temporales para que las use hasta la segunda cita, en la que se le aplicarán las carillas permanentes con cemento dental y luego se le realizará una revisión final y un pulido. Ninguna parte de este procedimiento debería doler en absoluto y se pueden colocar varias carillas a la vez.
Implantes dentales
Recibir implantes dentales es un tratamiento un poco más invasivo, ya que cada uno debe atornillarse a la mandíbula. Si bien esto puede parecer un poco aterrador, puede resultar extremadamente beneficioso a largo plazo, ya que significa que sus nuevos “dientes” estarán firmemente fijados en su lugar y eventualmente se fusionarán con su mandíbula como si estuvieran allí de forma natural. La duración exacta del proceso depende de las condiciones que existían en primer lugar. Por ejemplo, si te faltan dientes durante mucho tiempo, puede ser necesario un injerto óseo antes de poder colocarle los implantes. Esto puede tardar entre tres y seis meses en surtir efecto completo. Una vez finalizado este periodo, acudirás a una cita de una a dos horas de duración para que te coloquen una “raíz artificial” de titanio. Luego, esto necesita otros tres a seis meses para sanar en el hueso de la mandíbula. Después de esto, tu dentista tomará una impresión de tus dientes para crear la corona para tu implante en una sesión y, en una segunda, hasta quince días después, se fijará esta corona a la raíz artificial. Al igual que en el proceso de aplicación de las carillas, no debería sentir dolor durante ninguno de estos procedimientos.
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